Cuando entregas tu vida al Señor, eres revestido del Espíritu Santo, y tienes acceso a los dones espirituales. Actívalos, porque los vas a necesitar. Le pido a Dios que hoy tú recibas esta palabra.
Cuando entregas tu vida al Señor, eres revestido del Espíritu Santo, y tienes acceso a los dones espirituales. Actívalos, porque los vas a necesitar. Le pido a Dios que hoy tú recibas esta palabra.