Comprender las razones por las que otros nos fallan ofrece un poco de consuelo, pero Dios provee el consuelo que ningún ser humano puede dar.

Isaías 43.1-7

Como humanos, todos pecamos. Todos tenemos debilidades y períodos de sufrimiento. A menudo, cuando surgen dificultades, recurrimos a nuestros seres queridos. Pero ellos también son humanos y están sujetos a sus propias debilidades y fracasos. Así que, incluso si no lo hacen a propósito, podrían fallarnos.

Una razón por la que las personas decepcionan a los demás, es el egocentrismo, el cual impide la empatía. Otra es sentirse abrumado por la situación de alguien, y no considerarse apto para ayudar. Una tercera posibilidad es que los seres queridos de la persona no deseen ser asociados con el pecado que haya cometido. A los ojos de Dios, el arrepentimiento quita la mancha del pecado, pero nosotros no siempre perdonamos tan rápido.

Podemos tener un espíritu crítico, ¿no es cierto? A veces, no damos apoyo emocional porque suponemos las causas de una situación, como cuando un amigo pierde un empleo, o el banco le quita la casa. Sin embargo, las pruebas a menudo están fuera del control de la persona.

Comprender las razones por las que otros nos fallan ofrece un poco de consuelo, pero Dios provee el consuelo que ningún ser humano puede dar. Él es la fortaleza, el aliento y el compañero constante del creyente.

Devocional original de Ministerios En Contacto

Cuando otros nos fallan

| Blog |
About The Author
-