Cuando se sienta tentado y quiera darse por vencido, recuerde a quién pertenece, lo que Él ha prometido y lo que ha provisto para darle la victoria.

1 Corintios 10.1-13

A pesar de lo que podamos sentir, los cristianos no somos impotentes ante la tentación. Tampoco estamos solos en esta lucha. Incluso Cristo fue tentado, pero a diferencia de nosotros, nunca pecó (He 4.15). Puesto que el Señor entiende nuestra lucha, podemos acercarnos a Él en busca de ayuda en cada tentación.

La ayuda de Cristo viene en una variedad de formas. Primero, podemos aprender una lección de cómo usó las verdades bíblicas para refutar las mentiras de Satanás (Mt 4.1-11). Luego, podemos ser instruidos por el ejemplo negativo de los israelitas, que “codiciaron cosas malas” y sufrieron las consecuencias (1 Co 10.6). La Biblia nos advierte que no pensemos que no podríamos caer cuando seamos tentados (1 Co 10.12). Por último, es alentador saber que Dios ha puesto límites a las tentaciones que permite que experimentemos (1 Co 10.13). Considere lo que revela esta promesa en cuanto a Él:

Dios es fiel. Como nuestro Padre amoroso, Él vela por nosotros. Sabe justo a qué nos enfrentamos, y nos proporciona una manera de salir victoriosos.

Dios es poderoso. Satanás no tiene vía libre para atacarnos y tentarnos. Cada seducción que viene en nuestro camino es controlada por el Señor, quien no nos dejará ser tentados más allá de lo que seamos capaces de soportar.

Dios es todo lo que necesitamos. El Señor nos proporciona una vía de escape, por lo general a través de su Palabra, el Espíritu Santo y la oración, para que podamos soportar la tentación sin caer.

Cuando se sienta tentado y quiera darse por vencido, recuerde a quién pertenece, lo que Él ha prometido y lo que ha provisto para darle la victoria.

Devocional original de Ministerios En Contacto

Límites a la tentación

| Blog |
About The Author
-