Somos sal en la tierra, somos la Luz de este mundo. Si nosotros vamos a ser sal para la tierra no podemos perder nuestro sabor. Es la iglesia de Jesús la que verdaderamente trae esperanza.

Somos sal en la tierra, somos la Luz de este mundo. Si nosotros vamos a ser sal para la tierra no podemos perder nuestro sabor. Es la iglesia de Jesús la que verdaderamente trae esperanza.