¿Sientes que tus huesos se envejecen y que tu verdor se convirtió en sequedades de verano? ¿Ves el cielo cerrado y no oyes la voz de Dios? ¿Se han levantado muchos enemigos contra ti y no hay quién te defienda? Eso se llama sequía espiritual.

¿Sientes que tus huesos se envejecen y que tu verdor se convirtió en sequedades de verano? ¿Ves el cielo cerrado y no oyes la voz de Dios? ¿Se han levantado muchos enemigos contra ti y no hay quién te defienda? Eso se llama sequía espiritual.